Uno se inclina a pensar que los asesinos en serie son locos, monstruos. Queremos imaginar que son diferentes de nosotros. En cambio, la mayoría de las veces, el asesino en serie es también lo que en apariencia podría parecer el buen ciudadano, el buen vecino, el buen tipo, el tipo solitario pero tranquilo, el colega tímido e inofensivo.